Hace hoy -parece mentira- justamente una semana, en un trozo de paraíso que yo conocía bien, pese a no haberlo pisado jamás, salieron a colación los galgos Maurice y Chevalier. Tengo varios recuerdos de varapalo interior impactante y sobrecogedsor de los inicios de esta intensa aventura de difusiones, llamamientos, peticiones de auxilio y miles de ojos suplicando vivir, pero vivir de verdad a quienes una quiere, desesperadamente ayudar, insuficientemente, humildemente, siempre atacada de impotencia y tristeza. Uno fue el perro Arco, el primero, y cuya historia prometo contar algún día. Cuando tantos y tantos casos urgentes dejen hueco para hablar de ciertos orígenes,paradojas, misterios, casos y cosas. Otro fue el el vídeo de la galguita coja recién parida, que guió a unos rescatadores hasta sus cachorros y que una vez acogida, tranquila y feliz, injusta y enigmáticamente se dejó morir en lo que interpreto una estremecedora proclama de objetivo cumplido. El tercero de aquellos ya antiguos puñetazos en mitad del pecho,vinieron de la contemplación de este vídeo que, pase el tiempo que pase, no soy capaz de termionar de ver sin que se me resbalen lágrimas. Hace una semana, mientras los ojos maravillosos de uno de los galgos más queridos de mi corazón estaban cerca, muy cerca de mi, hablamos de Maurice y Chevalier. Hoy he rebuscado el vídeo. Y os lo muestro. Siempre siento la misma pena. Pero no siento ni la misma ira ni la misma rabia ni la misma determinación contra la escoria humana que es tan miserable y cobarde, tan repuganante como para hacer esto. No, no siento lo mismo. Cada vez se multiplica en mí la absoluta sensación de fuerza y empeño férreo en luchar contra ello. Y mi pena ya no brota por Maurice y Chevalier; de este último he visto fotos maravillosas. Mi pena se reproduce por todos los que están ahora mismo agonizando, o lo harán mañana. Y que ni tienen ni tendrán nombre.
sábado, 3 de noviembre de 2012
El vídeo que, pase el tiempo que pase, siempre me hace llorar
Hace hoy -parece mentira- justamente una semana, en un trozo de paraíso que yo conocía bien, pese a no haberlo pisado jamás, salieron a colación los galgos Maurice y Chevalier. Tengo varios recuerdos de varapalo interior impactante y sobrecogedsor de los inicios de esta intensa aventura de difusiones, llamamientos, peticiones de auxilio y miles de ojos suplicando vivir, pero vivir de verdad a quienes una quiere, desesperadamente ayudar, insuficientemente, humildemente, siempre atacada de impotencia y tristeza. Uno fue el perro Arco, el primero, y cuya historia prometo contar algún día. Cuando tantos y tantos casos urgentes dejen hueco para hablar de ciertos orígenes,paradojas, misterios, casos y cosas. Otro fue el el vídeo de la galguita coja recién parida, que guió a unos rescatadores hasta sus cachorros y que una vez acogida, tranquila y feliz, injusta y enigmáticamente se dejó morir en lo que interpreto una estremecedora proclama de objetivo cumplido. El tercero de aquellos ya antiguos puñetazos en mitad del pecho,vinieron de la contemplación de este vídeo que, pase el tiempo que pase, no soy capaz de termionar de ver sin que se me resbalen lágrimas. Hace una semana, mientras los ojos maravillosos de uno de los galgos más queridos de mi corazón estaban cerca, muy cerca de mi, hablamos de Maurice y Chevalier. Hoy he rebuscado el vídeo. Y os lo muestro. Siempre siento la misma pena. Pero no siento ni la misma ira ni la misma rabia ni la misma determinación contra la escoria humana que es tan miserable y cobarde, tan repuganante como para hacer esto. No, no siento lo mismo. Cada vez se multiplica en mí la absoluta sensación de fuerza y empeño férreo en luchar contra ello. Y mi pena ya no brota por Maurice y Chevalier; de este último he visto fotos maravillosas. Mi pena se reproduce por todos los que están ahora mismo agonizando, o lo harán mañana. Y que ni tienen ni tendrán nombre.
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5 comentarios:
Este terrible caso, querida Arquepe, fue uno de los primeros que descubrí cuando yo comencé con esto de Internet. Aún no había visto todo lo que hemos ido viendo horrorizados a lo largo de estos años, referente al maltrato, abandono, etc. No recordaba sus nombres, pero nada más comenzar el vídeo, que no conocía, he caído en la cuenta de que caso se trataba. Simplemente me quedé horrorizado. Creo que hace no mucho, incluso vi una foto de Chevalier (pero no recuerdo donde) en la actualidad, desbordando belleza, como nunca la debería haber perdido.
Es impactante, doloroso, injusto y tremendamente cruel. Ese plano del fondo del pozo, es una de las imágenes más terribles que he visto nunca. De esas que ya no podré olvidar.
Incluso hice un post en e blog de las galgas, pero no como lo habría hecho ahora (era primerizo):
http://misgalgasyoy.blogspot.com.es/2010/01/pobre-criatura.html
Gracias por mostrarlo. Ahora guardaré ese vídeo y puede que vuelva a mostrar esta terrible historia. Al menos, ellos dos tuvieron un final feliz.
Besos.
¡Lo he encontrado!
http://galgamusa.wordpress.com/2008/11/11/oddie-antes-chevalier/
Da gloria verle (aunque me gusta más el nombre de Chevalier :)
Más besos.
¡No me lo puedo creer! ¡No sabía esto!
http://tatoyron.blogspot.com.es/2008_07_01_archive.html
Tiene que contármelo. Ya hablaré con ella.
Besos.
¡Incluso tiene su blog!
http://galgo-oddie.blogspot.com.es/
¡EStoy flipando!
Te dejo tranquila ya :) Besos.
Jejejeje ¡ya he visto todas las fotos de Chevalier! no sabía dónde y era en el mismo blog de Tato. Es que allí hablamos de él... por eso me entraron las ganas de investigar en mis archivos... sabía que te iba a gustar.
Besitos.
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