viernes, 23 de noviembre de 2012
Madrecita coraje sentenciada en la perrera. Se dejó atrapar junto a su cachorra.
A veces discuto con ciertas personas que se burlan empeñándose en justificarme, con razones extrañamente científicas, según ellas, que los perros no tienen sentimientos ni comportamientos o estrategias supuestamente de exclusiva competencia humana.
Esta madre coraje pudo huir cuando la perrera llegó a atraparla junto con su cachorra. Cogieron con facilidad a ésta última y ella, literalmente, se dejó hacer lo mismo, para correr la misma suerte que a su hija, o como afán de protegerla.
Allí han estado. Se ha difundido las fotos de las dos, hechas una piñita, muertas de miedo.
La pequeña ha salido ya de allí. Por la madre nadie se ha interesado, nadie ha preguntado... es otra invisible y su historia de abnegación no le sirve para que alguien le salve la vida.
Es verdad... ciertos comportamientos sólo son de humanos.
No hay nadie tan injusto e ingrato.
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Esta madre coraje pudo huir cuando la perrera llegó a atraparla junto con su cachorra. Cogieron con facilidad a ésta última y ella, literalmente, se dejó hacer lo mismo, para correr la misma suerte que a su hija, o como afán de protegerla.
Allí han estado. Se ha difundido las fotos de las dos, hechas una piñita, muertas de miedo.
La pequeña ha salido ya de allí. Por la madre nadie se ha interesado, nadie ha preguntado... es otra invisible y su historia de abnegación no le sirve para que alguien le salve la vida.
Es verdad... ciertos comportamientos sólo son de humanos.
No hay nadie tan injusto e ingrato.
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Acogida urgente
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