lunes, 16 de septiembre de 2013
Adios, Lago. Lamento que no conocieras el amor de unos amos que te eligiesen. Que te eligiesen... que te eligiesen...
Lago, ayer te fuiste...
Eras un perro más de tantos del albergue de Herencia... pero para mí eras especial.
No he comprendido nunca porque nadie se interesaba por ti, muchos preguntaron pero al final no cuajó ninguno.
Pasé cuatro noches y cuatro días muy duros contigo; apenas podíamos dormir, no entendía que te ocurría y qué podía hacer por ti.
Pocas veces me he tomado tan en serio algo como mi empeño por sacarte adelante.
Suelo ser muy pesimista siempre, pero nos dieron esperanzas contigo y
como la gente dice que si piensas en positivo las cosas salen... cambié
mi forma de pensar sólo por ti. Pero veo que no ha servido de nada.
Siento cada momento que has sufrido por intentar salvarte. Quizá
teníamos que haber tomado antes la decisión de dejarte ir... o no... no lo
sé...
El caso es que ya no estás..
Ojalá pudiese darte otro abrazo
como el de la foto.. Siempre que entraba en tu chenil me recibías con
miles de besos, me dejabas hacerte perrerías y siempre tenías una
sonrisa perruna para todo el mundo.
No concibo ese chenil sin ti, sin saber que estás en buen hogar... tu partida ha sido muy dura y aunque
no eras mi perro he sufrido mucho contigo desde que me dijeron que
estabas malito.
No tenías ni 3 años y esta puta vida te ha
arrancado de este mundo sin darte la oportunidad de conocer el amor de
unos amos que te eligiesen...
Lo siento mucho, siento no haberte
conseguido ese hogar a tiempo.
Espero que allá donde estés me
esperes y que vuelvas a recibirme con esa alegría que te caracterizaba y
que en estos días no has podido demostrar.
Te quiero Lago. No me olvidaré de ti ¡nunca!
(Gracias Mónica por toda la ayuda, si no hubiese estado más sola que la
una y me hubiese hundido más aún... Ojalá la próxima vez nos salgan mejor
las cosas...)
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In memoriam
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