Ayer
entró una perrita en el Refugio; parece algo habitual, y
desgraciadamente lo es...pero si a esto unimos que la perrita iba en
brazos de su dueño, un hombre mayor al que acompañaba una asistente
social del Ayto. de Málaga, y que esta persona iba a ingresar en una
residencia donde no podía entrar Lucy, la perrita, tenemos un drama;
drama para el dueño, y sobre todo, drama para Lucy, que con tres añitos,
había vivido siempre con su dueño, acostumbrada a estar en brazos, a
disfrutar de una camita caliente en invierno, de la protección de su
dueño y de su casa...de su hogar.
A su dueño lo habían
desahuciado, y tenía que dejar su casa e ingresar en un albergue; los
servicios sociales pensaron en la protectora de animales y así conocimos
esta dolorosa historia.
Lucy ha pasado hoy su primera noche
en el refugio..acostumbrada a la soledad amiga de su dueño y su casa, se
encuentra en un refugio super masificado, rodeada de ladridos y perros
desconocidos; atrás quedaron el silencio
y la tranquilidad, no sabe dónde está, no sabe porqué está aquí...su
pensamiento es su dueño y su casa y se pregunta qué ha hecho mal para
que la abandonen así..porque ella lo ve como un abandono, no entiende
que es lo mejor que lo podía haber pasado...apenas alcanza los tres
kilos de peso, es tan diminuta...si ella no ocupa sitio...¿Porqué?
Su dueño se ha ido... lo pasará mal, seguro, pero su dolor y su miedo no serán nunca comparables a los de Lucy.
Lucy está sola...es una perrita abandonada. Así se siente....
Una reflexión: en todos los abandonos,incluso vamos a decir motivados
por causas mayores, el que lo pasa peor es siempre el perro...no
entiende nada, no sabe nada, solo sufre el abandono, aunque los muros
del refugio lo protejan...la persona que lo abandona, va recuperando su
vida...-.hasta que ese abandono se difumina e incluso es capaz de volver
a adoptar a otro perro, algunas veces sin pararse a pensar que puede
volver a repetir la misma historia....pero ese perro nunca olvidará su
voz ni su olor...aunque tenga la suerte de volver a encontrar otra
familia. Respetemos a los animales, no los adoptemos como si fueran
peluches, no los son: sienten, padecen e incluso lloran y se dejan morir
de dolor....esperemos que Lucy tenga suerte y encuentre una familia que
la quiera y nunca más sufra abandono.
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