martes, 11 de diciembre de 2012

Cuando las paridoras sólo son trozos de carne... que generan dinero.





La perrita Lily vivió dos vidas. Una el infierno que pasó encerrada en una pequeña jaula, durmiendo sobre una tabla, con frío, hambre y sed, en soledad y sin ver la luz del sol. Como la perrita explotada en un criadero de venta de cachorros, donde llegó a parir hasta en 13 ocasiones. Sin ningún cuidado veterinario, perdió sus dientes, a punto estuvo de perder su mandíbula, sufrió todo tipo de cala
midades físicas y psicológicas. El afán de lucrarse a su costa sólo le trajo dolor, sufrimiento y miseria.

Un día, ese futuro incierto y atroz cambió para ella cuando Theresa se cruzó en su camino e hizo todo lo posible por llevarse a Lily a casa. Así empezó la segunda vida de Lily, en la que aprendió a ser querida, a sentir la dignidad y el respeto que le habían negado hasta entonces. Theresa cuenta que se la llevaba consigo al trabajo todos los días, que la pequeña dormía sobre su regazo, pero que tardó más de siete meses en ganarse su confianza. Lily y Theresa se convirtieron en compañeras inseparables. Así fue hasta la muerte de Lily, quien falleció en los brazos de su salvadora. Su muerte se produjo como consecuencia de las enfermedades que había contraído mientras era explotada pariendo sin parar.
Sin duda su pérdida fue un duro golpe para Theresa pero ni la vida ni la muerte de Lily fueron en vano. Al día siguiente de su muerte, Theresa, en homenaje a la pequeña Lily, creó la ONG National Mill Dog Rescue, que desde 2008 ha rescatado y reubicado a casi 7.000 supervivientes de “fábricas de cachorros”.
Recuerda, un amigo no se vende ni se compra, no se trafica con él: ¡ADOPTA!
http://www.milldogrescue.org/index.html

1 comentario:

  1. Esto me ha roto el alma, y no por que se trate de una galguita italiana, los cuales adoro, si no por su historia tan triste y dolorosa. He estado viendo la web de Theresa, su salvadora, leyendo la carta que le escribió a la criadora cuando Lily murió, que es tremendamente triste y la pone en su sitio, también viendo un vídeo en YouTube de ella leyendo esa carta, desecha en lágrimas. Incluso he encontrado un documental de una hora de duración que intentaré ver algún día. Todo esto es una tristisima realidad, de lo cruel que puede ser un criador de cachorros. Es horrible. Hace días leí otro caso muy similar, con el que espero hacer un post, cuando encuentre un rato.

    Por favor, ríete un poco :)

    Besos.

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