Memos, más que memos. Esta ordenanza parece ideada por Mister Bean para regocijo de quienes gustan de programas cómicos de humor absurdo. De modo que, como hay muchos abandonos se recorta el número de animales por casa y ¡solución!
Pero qué pena. Qué clamorosa escasez de sentido común, de inteligencia… de dos dedos de frente. ¿Se habrán parado a pensar por qué el “reparto” es desproporcionado? ¿Se habrán parado a preguntar por qué una familia tiene tres o cuatro o cinco perros?
¿Quieren frenar el abandono obligando a la gente a echar perros a la calle? Que me lo expliquen, que yo a estas mentalidades no las pillo.
Quizá todo se resuma en fastidiar, ya que el país y las ciudades van tan bien que los políticos se aburren. Vamos muy bien encaminados hacia un régimen en que te multarán por sonteir (aunque no habrá muchos motivos para ello). Pues nada. Que imiten a los chinos y que no podamos tener más que un perro, más que un hijo, más de una casa, más que una maceta o más de una alegría al mes.
Y que prohiban tener perros, correr por la calle, patinar, fumar, bailar, charlar, respirar, ponerte malo o protestar. Que te permitan sólo morirte y punto.
¿Quién es nadie para dictaminar cuántos miembros tiene que tener mi familia? ¿quién enjuicia cuánto es demasiado? ¿están cuidados, atendidos, los trato bien? Entonces… ¿cuál es el problema?
Quedan eximidos, como siempre, del cumplimiento de esta nueva ley -y todas las pasadas, presentes y futuras-, los cazadores, galgueros, gitanos, chabolistas, criadores clandestinos y en general toda gente mal encarada y violenta. A esos ni se les toca. Que se coman cuantos perros o gatos quieran los unos a los otros en zulos, boquetes y demás. Que los dejen, en el número que quieran sin chipar, alimentados con pan y basura. Que los hacinen y no sepan si son veinte o treinta. Y que tampoco los vacunen si no son gustosos. Que los patreen o, en suma, hagan con ellos lo que quieran.
(Lo otro para los pobres pardillos que son buena gente gente y encima tan gilis de amar a los animales y recoger a más de uno. Y pagan multas además. Como me ha comentado alguien ajeno por completo al tema animalista: quien tiene en su casa más de dos perros no es de los que abandonan jamás.
Si quieren luchar contra el abandono… ¿por qué no se informan sobre la conjugación del verbo esterilizar? Sí, comienza así: Yo esterilizo. Tú esterilizas. Él esteriliza.
Cuando toque conjugar en pasado verán cómo las cifras son otras.
¿Por qué no aplican los números de otro modo? ¿Por qué dejar un perro abandonado no cuesta dinero y rescatarlo de la perrera sí? ¿Qué estamos premiando? ¿La mala leche? Eso parece, a juzgar por la cantidad de estímulos y premios que reciben cazadores y taurinos.
Mirad bien esta foto:
¿Acaso imaginais un destino mejor para estos animales que han sido rescatados de perreras inmundas y zulos donde la humedad oscura y el hambre los iban minando? ¿En serio estos políticos saben algo, aunque sea un mínimo acerca de lo que legislan? ¿Esas "cabezas pensantes" tienen remota idea de la relación entre el número de perros que viven en un hogar y el trato que reciben? No creo, os lo juro ni que hayan tenido jamás un perro.
Resumen: la dueña de estos amados animales tendría que deshacerse de cuatro de ellos o afrontar las consecuencias de estar haciendo algo fuera de la ley.
Mister Bean me hace mucha más gracia, al menos no atenta contra mi libertad ni mi concepto de familia.
Además... ¿con qué autoridad moral se atreven? cuando hay que consentir esto:
Angelica: atacada por personas asesinas y quemada viva puede que también la hayan utilizado para sparring debido a los agujeros que tiene. |
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