Entre tanto y tanto desconsuelo que llega a estas páginas quiero compartir con vosotros algo bueno, algo que suele comenzar bajo una sonrisa y la etiqueta de "final feliz".
Sam es un galgo imponente. Hermoso, afectivo y simpático. De su pasado no quiere contanos nada, porque, en efecto, hay cosas que es mejor olvidar. La suerte de Sam comenzó a cambiar el día que mi admirada Vera lo rescató de la perrera para llevarlo a su refugio. Sam, inteligente y cariñoso daba enormes lametones y abrazos a los voluntarios, que saben mucho de la medicina de la paciencia y el amor. Pero Sam necesitaba un hogar para siempre.
En Málaga, lo recordaréis, hubo una manifestación para concienciar ante la masacre que significa el comienzo de la temporada de caza. Muchos de los galguitos de Vera acudieron a ella en solidaridad con los menos afortunados y también ¿por qué no? para para pasear su prestancia y bondad ya que nunca se sabe en qué recóndito rincón puede surgir el amor en forma de flechazo. Sam también acudió, de la mano de Norbert (uno de los voluntarios que lo adoraba).
Pero ocurre que Norbert no tiene coche; el día antes de la manifestación, fue a recoger a Sam y esa noche la paso en su casa.
¿En qué casa?, preguntaréis. ¿En la de Norbert o en la de Sam? Pues tanto monta, porque desde entonces... ¡es la misma! Sí, desde ese día Sam no ha vuelto al refugio (y si lo hace es de visita).
Ignoramos de qué hablaron Sam y Norbert esa noche clave, en que tan perfecta y fundamental aplicación tuvo la antigua ley de la hospitalidad. Debieron trasnochar, eso seguro, y debió haber miradas cómplices y pactos rubricados por una pataza sobre el pecho humano. Fijo que hubo tácitas promesas de lealtad.
Ellos sabrán.
Lo cierto es que Sam ha encontrado en Norbert todo lo que un noble animal puede aspirar a tener junto a sí. Pero es que Norbert, ha encontrado en Sam al compañero ideal. Lo que se dice un tándem perfecto.
Conocí a Norbert y a Sam en uno de los perripaseos que organiza la Asociación Málaga Perruna , en plena naturaleza, disfrutando de lo que perros y humanos deberían practicar con cierta asiduidad. El sol, el campo, la libertad y el ocio son un regenerador excelente (¡¡y gratuito!!).
Me llamó la atención un pie de foto: "Norbert guía a Sam".
A decir verdad, me emocionó. Encierra una inmensa verdad.
(Enhorabuena a ambos. Os deseo larguísimos años de mutua felicidad)
Pero esta entrada no estaría completa sin cumplir la misión fundamental que tiene este humilde blog. Quizá os tiente correr la misma suerte de Norbert y encontrar a vuestra particular maravilla de ojitos nobles y dulce amistad. Si es así ( y si no es así echad un vistazo también) entrad en el refugio de Vera y luego me contais...
Los Galgos de Vera en adopción :)
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