La petenera es el palo del flamenco que posee la capacidad de expresión de mayor intensidad dramática para clamar la amargura de aquellas emociones relacionadas con el dolor, la muerte y el llanto.
Cantaba La Niña de los Peines una petenera -desgarrada, como todas las ellas- cuya letra decía así:
"Quisiera yo renegar
de este mundo por entero,
volver de nuevo a habitar
¡madre de mi corazón!
volver de nuevo a habitar,
por ver si en un mundo nuevo
por ver si en un mundo nuevo
encontraba más verdad."
Vaya este homenaje a las víctimas del mal hombre con el más vehemente deseo de que el año 2014, que entrará en pocas horas, sea más benévolo y justo con los santos inocentes que algunos dicen -¡qué sabrán!-que no tienen alma.